¿Te encuentras cuestionando tus logros, y te sientas como un impostor, como un fraude y acabas minimizando tus éxitos cómo coach? Si es así, es posible que sufras el síndrome del impostor. Superar el síndrome del impostor como coach es posible, y no te preocupes, no eres el único.
El síndrome del impostor aparece en muchos coaches que acaban de empezar. Los comentarios positivos no dejan ninguna mella porque sienten que no son lo suficientemente buenos o que no merecen su éxito y su desarrollo profesional queda afectado porque piensan que en cualquier momento van a ser escribir. A menudo se caracteriza por el perfeccionismo, la baja autoestima y las constantes dudas sobre uno mismo y su carrera profesional.
Si bien el síndrome del impostor puede ser debilitante para las personas que sufren esta situación, hay formas de superarlo, ya que no depende de factores externos únicamente. Es muy importante que ya desde el principio en tu carrera como coach aprendas a reconocer y manejar tus pensamientos y emociones. Al hacerlo, puedes comenzar a verte a sí mismo de una manera más positiva y lograr el éxito que te mereces.
1. Acepta que todos tienen dudas y miedos
Está bien no ser perfecto y tener miedo al fracaso. De hecho, está más que bien, es necesario. Si te esfuerzas constantemente por la perfección, te estás preparando para la decepción y la frustración. En su lugar, acepta que no eres perfecto y que está perfectamente bien.
Esto no significa que debas dejar de intentar mejorar o desarrollarte profesionalmente. Todo lo contrario: reconocer que no eres perfecto puede ayudarte a superar el síndrome del impostor y convertirte en un mejor coach y prestar aún mejor servicios de coaching.
Si intentas constantemente ser perfecto, te estarás perdiendo valiosas experiencias de aprendizaje. Acepta tus imperfecciones y utilízalas como oportunidades para crecer y desarrollarte profesionalmente. Serás un mejor coach por ello.
Una vez que haya aceptado el hecho de que no es perfecto, no te castigues por ello. En su lugar, toma medidas para mejorar y desarrollarte profesionalmente. Esto lo puedes hacer a través de una variedad de maneras: Puedes tomar una clase o un taller para aprender algo nuevo, encontrar otro coach o mentor que esté más avanzado en su carrera y pedirle algunos consejos, Puede elegir un libro sobre coaching y leerlo.
El mundo está lleno de oportunidades para aprender y crecer profesionalmente. No tengas miedo de aprovecharlos.
2. No te comparas con los demás
Para avanzar y seguir teniendo éxito, es importante reconocer sus éxitos y darse el crédito que se merece. Los éxitos grandes o pequeños deben celebrarse contigo mismo para mantenerse motivado.
Cuando nos tomamos el tiempo para reconocer nuestros éxitos, también nos estamos dando permiso para sentirnos bien con nuestros logros, algo que a menudo se pasa por alto y olvidar nuestra baja autoestima. Además, al darnos crédito donde es debido, también podemos gestionar mejor las expectativas futuras.
El síndrome del impostor es un fenómeno que afecta a los de alto rendimiento. Si sufres del síndrome del impostor, puedes sentirte como un fraude o pensar que no eres lo suficientemente bueno, aunque tengas éxito. Superar el síndrome del impostor comienza reconociendo tus éxitos y dándote el crédito que te mereces. Aquí está cómo superar el síndrome de baja autoestima:
1. Reconoce tus logros. Cuando tenga un éxito, tómese un momento para reconocerlo. No minimice sus logros ni los descarte como suerte. Reconocer tus éxitos es el primer paso para superar el síndrome del impostor.
2. Date crédito a ti mismo. Es importante darse crédito por sus éxitos, incluso si siente que no lo merece. Recuerde que todos tienen diferentes fortalezas y debilidades, y lo que le resulta fácil a usted puede ser difícil para otra persona.
3. Revisa tu guión interno. Si te dices a ti mismo que no eres lo suficientemente inteligente o que no mereces el éxito, puede ser difícil deshacerte del síndrome del impostor. Revisa tu guión interno para ver si estás reforzando creencias negativas sobre ti mismo. Puedes cambiar estas creencias destructivas mirando la evidencia a favor y en contra de ellas.
4. Muéstrate el amor. Nadie es más duro con nosotros que nosotros mismos, así que perdónate por los errores del pasado y sigue adelante. Usa afirmaciones para recordarte que eres suficiente, que eres inteligente, capaz y digno de amor y éxito.
3. Aprende a confiar en ti mismo
Para aprender a superar el síndrome del impostor debes de empezar a confiar en ti mismo para lidiar con el síndrome y dejar de sentirte un impostor.
Recuerda aquella vez que diste tu primer coaching ¿Recuerdas la sensación de nervios? ¿Cómo te sentiste?
El recuerdo depende completamente de ti. Si no te sentiste lo suficientemente bueno es que estás siendo muy duro contigo mismo, te dejas llevar por la baja autoestima y sólo buscas el perfeccionismo no tu desarrollo como un buen coach.
Cada fracaso es una oportunidad de mejora por eso piensa tu carrera como coach como una carrera de mejora. Esta idea es la base de la confianza en uno mismo. Y no importa que no te sientas lo suficientemente bueno, mejor, porque entonces ves la posibilidad de mejora, que si no te dieses cuenta nunca mejorarías.
3. Ten en cuenta el lenguaje que usas para hablarte a ti mismo
El lenguaje que usamos para hablarnos a nosotros mismos puede tener un impacto significativo en nuestras vidas y es curioso, porque tú cómo coach, seguramente dices lo mismo a tus cliente en tus programas, pero no eres capaz de aplicártelo a ti mismo. Te sientes un impostor y cómo superarlo se te va de las manos.
Muchas personas que lo van a padecer van a descubrir que nadie puede ser perfecto, y al ganar visibilidad este conociento en sus vidas, lo que hacen es iniciar de nuevo el cambio de mentalidad, y este cambio de mentalidad empieza y acaba en el tipo de palabras que utilizan para referirse a a ellos mismos.
Las palabras que elegimos usar pueden influir en nuestros pensamientos y emociones y, en última instancia, en nuestras acciones. Por eso, es importante ser conscientes del lenguaje que utilizamos cuando nos hablamos a nosotros mismos.
Una forma de ser más consciente del lenguaje que usas es escuchar tu diálogo interno. Presta atención a las palabras que eliges y al tono que usas cuando te hablas a ti mismo. ¿Tiendes a ser negativo o positivo? ¿Te criticas a ti mismo a menudo? ¿O te motivas y animas a ti mismo?
4. Todo el mundo comete errores, aprende de ellos
Nadie es perfecto. Todos cometemos errores. Es parte de ser humano. Pero eso no significa que no podamos aprender de nuestros errores y, como resultado, convertirnos en personas más competentes y capaces.
No hay vergüenza en cometer errores. De hecho, es una parte esencial del proceso de aprendizaje. Lo que importa es cómo respondemos a nuestros errores y qué hacemos para evitar que vuelvan a ocurrir en el futuro.
Cuando asumimos la responsabilidad de nuestras acciones y aprendemos de nuestros errores, nos convertimos en personas más capaces y competentes.
Todo el mundo comete errores, aprende de ellos si tengo el síndrome del impostor podemos llegar a sentirnos muy culpables al cometer errores. Nadie es perfecto y todos estamos en constante evolución ya que forma parte de nuestro crecimiento personal y también personal.
Aceptar que cometemos errores nos hace más competentes o capaces, ya que estamos dispuestos a aprender de ellos y es camino hacia el éxito. Sin embargo, muchas personas se sienten ansiosas o inseguras cuando cometen un error, debido a los estereotipos de género que existen en nuestra sociedad.
Estos estereotipos dictan que las mujeres deben ser perfectas y que los hombres son incapaces de experimentar emociones o sentimientos. Esta percepción de la realidad es falsa y perjudicial para todos, ya que nadie puede estar siempre a la altura de un ideal irreal.
Nadie es perfecto. Todos cometemos errores. Es parte de ser humano. Pero eso no significa que no podamos aprender de nuestros errores y, como resultado, convertirnos en personas más competentes y capaces.
Cometer errores puede ser frustrante, pero es importante recordar que todo el mundo lo hace. Nadie es perfecto. Todos tenemos que aprender y crecer. Y cometer errores es una parte crucial de ese proceso. Así que la próxima vez que te encuentres en una situación en la que sientas que has cometido un error, trata de recordar que cometer errores es normal.
Así es como crecemos y aprendemos.
Si puede adoptar esa perspectiva, le ayudará a superar su frustración y aprender de la experiencia. Así que la próxima vez que te encuentres en una situación en la que sientas que has cometido un error, trata de recordar que cometer errores es normal.
Así crecemos y aprendemos. Si puede adoptar esa perspectiva, le ayudará a superar su frustración y aprender de la experiencia.
No necesitas ser perfecto Si estás buscando la perfección en ti mismo o en los demás, entonces ya la has perdido.
Así que la próxima vez que cometas un error, no te culpes por ello. Solo respira hondo, aprende de ello y sigue adelante.
5. Ceñirte a tu plan y no abandonarlo por las dudas
Cuando se trata de sacar tu negocio de coaching adelante y especialmente ante un nuevo trabajo, no abandones tu plan solo porque sientes que es una farsa. Aprende a manejar tus expectativas es la mejor manera de combatir los sentimientos de fracaso. La sensación de ser un impostor, especialmente al principio puede ser muy fuerte. Especialmente al compararte con otros coaches con un negocio que le va mucho mejor que el tuyo.
Crea esa voz interior que provoque que no abandones tu plan inicial.
Si te propusiste ganar 50 clientes y solo conseguiste 10, ¡sigue siendo un éxito! No te rindas únicamente porque no lograste tu objetivo en el tiempo que querías. Recuerda lento y constante gana la carrera.
Lo mismo ocurre con otras resoluciones para hacer tu trabajo de coach más productivo. Está bien tener deslices, pero no dejes que descarrilen todo tu plan. ¡Vuelve al camino lo antes posible y no te rindas!
Cuando se trata del éxito como coach, una de las cosas más importantes que puedes hacer es ceñirte a tu plan. Eso significa, no lo abandones por si acaso.
Muchas personas piensan que pueden improvisar cuando se trata de su carrera como coach, pero esa es una receta para el desastre. Tener un plan te brinda una hoja de ruta a seguir y te ayuda a mantenerte responsable.
Por supuesto, habrá momentos en los que tendrás que desviarte de tu plan. Pero esas deberían ser la excepción, no la regla. Gastarás más si no tienes un plan. Si no tiene un plan, terminará gastando más dinero del que pretendía.
CONCLUSION
Si padeces el síndrome del impostor, es posible superar esta situación. El síndrome del fraude en el que te sientes ese impostor o impostora a la hora de vender o mostrarte como coach. Sientes miedo a que los demás piensen que eres un fraude y que toda tu inversión en tus conocimientos y tu crecimiento profesional no valen nada.
Empieza a ser amable contigo mismo. Los que se sienten como una farsa, están muy equivocados y lo que es peor, meterse en este tipo de huracán hará que cómo poco su productividad en el trabajo se vea afectada.
Lo importante es que te focalices en hacerlo bien, a combatirlo, a dejar de compararte y a cuidar a cada uno de tus clientes como si fuera única.
¿Qué erraste?
Ya lo harás mejor la próxima vez.
¿Qué hay otros coaches que son mejores qué tu?
Pues seguramente, pero también hay otros que lo hacen peor y que te miran cómo referentes. Mira los referentes no para compararte y sentirte que no eres nadie, sino para tomarlos como referencia y aprender de ellos.
No pierdas más tiempo sintiéndote mal contigo mismo…inviértelo en hacerte mejor profesional y cuidar de verdad a tus clientes de coaching…y los resultados ya vendrán.